La conectividad fluida es esencial en nuestra sociedad cada vez más digitalizada, y las Islas Canarias no son una excepción. Con su creciente industria turística y su posición geográfica estratégica, se necesita una infraestructura de telecomunicaciones confiable para satisfacer las demandas de la población local y los visitantes.

En este sentido, el establecimiento de una red de interconexión robusta se vuelve clave para desbloquear todo el potencial de las Islas Canarias en términos de conectividad. Con una red de interconexión confiable y eficiente, las barreras de distancia desaparecen y la comunicación se vuelve más fluida que nunca.

El gran problema al que nos enfrentamos los operadores que intentamos intercambiar tráfico entre clientes o centros de datos de y hacia Canarias se convierte en un quebradero técnico cuando nos vemos obligados a realizar el peering en Madrid, Sevilla o Barcelona.

Este factor ralentiza enormemente la red, con grandes tiempos de respuestas que entorpecen y saturan los nodos por cada transacción.

Encontrar soluciones con las grandes operadoras ha sido enfrentarnos a un problema de despliegue y de planificación pues cada operador tiene sus objetivos comerciales.

Las redes de interconexión, también conocidas como redes de peering, son infraestructuras fundamentales en el ámbito de las telecomunicaciones. Estas redes permiten la conexión directa entre diferentes proveedores de servicios de Internet (ISP), operadores de telecomunicaciones y otros actores involucrados en el intercambio de datos.

El objetivo principal de una red de interconexión es establecer conexiones directas entre los diferentes participantes, evitando la necesidad de utilizar rutas más largas a través de proveedores de tránsito. Esto se logra mediante la colocación de equipos de interconexión en puntos estratégicos, como los puntos de intercambio de Internet (IXP), donde los diferentes actores pueden conectarse y compartir tráfico de datos de manera eficiente.